El arte 3D de Ramon Bruin

Ramón Bruin es un ilustrador holandés de 31 años cuyas ilustraciones en 2D que provocan ilusiones en 3D sobre papel parecen tener vida propia. Serpientes, aves e insectos son creados con una técnica que él llama anamorfosis, basada en la aerografía, técnica que ha estado perfeccionando durante diez años añadiéndole un efecto 3D para darle profundidad y realismo.

Con la luz y la perspectiva correcta, los dibujos parecen realmente salirse del papel. Este artista estudió aerografía en la Academia Lelystad, en los Países Bajos, y luego continuó por su cuenta fundando su propia compañía, JJK Aerography. Su nuevo proyecto es la realización de retratos de 47 x 32 pulgadas compuestos por 600 cuadrados de diferentes colores.

EL HIPERREALISMO DE IMAN MALEKI

Imán Maleki, uno de los más excelsos maestros contemporáneos de la pintura realista. Nació en Teherán, capital de Irán en 1976.

Desde muy niño sintió la vocación por la pintura; se graduó en la Universidad de Arte de Teherán como diseñador y estudió con el mejor pintor hiperrealista de Irán, Morteza Katouzian, perfeccionando una minuciosa técnica de realismo casi fotográfico. Plasma en sus lienzos escenas cotidianas de su país natal, en perfecta sincronía con la realidad, aunque en ocasiones se deja llevar por la musa del surrealismo y nos sorprende con soberbias rarezas imaginadas que invitan a la reflexión. Las más importantes exposiciones de Imán Maleki han sido: La exposición de pintores realistas de Irán, en Teherán, en el Museo Contemporáneo de Arte (1999); la Exposición de Grupo de Pintores de Estudio KARA, en la galería SABZ (1998) y en el Palacio Sa'ad ABAD (2003 ).

Fue galardonado con el premio William Bouguereau y el “Chairman’s Choice” en la II Competición Internacional de Art Renewal Center. Algunos le consideran el mejor pintor de arte realista del mundo. Sus cuadros muestran la sencillez del pueblo iraní y la crudeza de la realidad en que se mueven, con ocasionales toques poéticos y surreal.

DISMORFOBINA

Daniel De La Torre y Natalia Pereira crean esta increíble e incomoda serie, Dismorfobia. Una banda elástica es enredada y apretada alrededor de la cara del modelo, dando como resultado un retrato deforme, e inesperado. La artista dice que la serie es “un mensaje para motivarnos a buscar nuestras imperfecciones.” Dismorfobina, una droga invisible e ilimitada, al alcance de todos, que provoca un rechazo irracional por tu propio cuerpo y tu propia realidad. (No hay advertencias en las indicaciones de pensamiento y la posología es libre a interpretaciones.)

El principal responsable de su fabricación es la sociedad de consumo, bombardeandonos siempre con imágenes e ideales, que suscitan el deseo de una vida confusamente prefecta; El juguete perfecto, la altura perfecta, los amigos ideales...Esto, lejos de motivarnos, nos hace receptores de un mensaje silencioso que se va asentando poco a poco en nuestra mente. Un mensaje que nos anima a la búsqueda de nuestra imperfección y que solo encuentra falsas promesas. Dismorfobina trata sobre el reflejo mental inconsciente que se genera por la imagen distorsionada del yo, al ser comparada con las ideas sugestivas que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida. En este proyecto podemos ver como la perfección de ser tan solo humano, se ve distorsionada por nuestra mente, que deforma nuestro cuerpo, y nuestra identidad. Todo dentro de una inútil e infinita búsqueda por ser lo que no somos.